A-Marte Luna
Me advirtió desde el primer olfateo: No te convengo.
No me subestimes. Le ofrecí una mano. Para evitar la grosería, soltó un gracias trabado y se adelantó un par de pasos.
Una brisa aguda anunciaba el fin del día.
Será una noche tan clara que podremos ver Marte. Dicen que es como una enorme estrella rojiza.
Gesticuló tibiamente, sin dar mayor importancia a mi alardeo. No me subestimes, murmuré con la suficiente fuerza para escuchar mi voz sin que ella lo hiciera.
Caminamos sabiendo a dónde llegar, pero sin rumbo. Se cerró la noche y por fin me permitió pasar mi brazo por su hombro. Ciñó mi cintura. No te convengo, repitió a la par en que me dejaba sentir su cuerpo.
Alcanzamos una banca bajo un farol apagado. Perfecto, podemos sentarnos a ver cómo sube la luna. El cielo estaba despejado como casi nunca, infestado de estrellas. No supe distinguir a Marte, por lo que no insistí en mencionarlo.
La luna, llena, se dejó caer sobre nosotros. Enorme, ya superaba los edificios más altos que asfixiaban al parque. Quise besarla, pero me recibió con un gruñido hambriento que espetaba su hocico rabiante. Los ojos inyectados de odio parecían repetir el “no te convengo” que no quise escuchar. Con un zarpazo me arrancó media oreja. Advertí mi locura a la intemperie. Te dije que no me subestimaras. De un brinco cacé su cuello. Clavé mis enormes colmillos en ese asqueroso cogote. Se desvaneció envenenada. No me esperaba. Tampoco yo.
Apenas pude mantenerme de pie. Me dolía lo que me quedaba de cara. Por unos momentos logré recargarme en la banca, sin querer sentarme. Miré al cielo por última vez. Ahí estaba Marte. Salpicaba escarlata, sonreía saciado. Se sabía imponente ante la influencia de la reina.
Astros de porquería.
4 comentarios:
Es fabuloso volver y encontrarte tan enamorado de la Luna, los zarpazos ya pasarán. Dejo un abrazo cálido en esta noche helada.
Palomiux,
Parece que los zarpazos ya pasaron. La locura lunática (en toda su redonda redundancia), por fortuna, sigue presente. Recibido el abrazo con reply. Otro abrazo.
Estoy enrabietada. Primero por no haber leído esto antes. Segundo porque no tengas tu pensamiento continuamente ocioso.
Enhorabuena por los efectos que producen la conjunción de Marte y la Luna en ti.
¿Qué tal la presentación del libro? ¿Cuándo lo recibiré?
Feliz Navidad, José.
¡Gracias eMi!
La presentación del libro fue muy buena. Llegaron cerca de 150 personas, lo cual nos emocionó mucho. A principios de enero debo recibir ejemplares. Te haré llegar el tuyo.
Feliz Navidad para ti también y los tuyos. Sin duda uno de los regalos de este año que termina fue este encuentro en Cyberia. Feliz 2010!
Publicar un comentario