jueves, 29 de octubre de 2009

Lo que vale ocho nuevos pesos - Mayo 1996.

LO QUE VALE OCHO NUEVOS PESOS

José Hamra Sassón - Mayo 1996

Todo fue tan rápido que su vestido se desprendió del cuerpo gimiendo cansado de despertar mil y un metamorfosis. Todo fue tan rápido que ni siquiera comprendo cómo acepté compartir la sangre y el pan bajo cruces cubiertas de espesos velos mezclados en sal. Todo fue tan rápido que apenas pude ver como sus negros cabellos ocultos le alumbraban los pechos que con una desdibujada sonrisa mostraban su experiencia. Todo fue tan rápido que de lo hablado sólo recuerdo sus cinco mil setecientos cuarenta y seis años que estúpidamente cuestionaban mi tan bien conservada inmadurez. Todo fue tan rápido que acabé succionado por una tremenda trompa que desde el fondo de su alma me acariciaba llorando sin dejar de contar las monedas de plata con las que alimentaba su enorme vientre. Todo fue tan rápido que me quedé dormido y olvidé que tenía que sentir no se qué…

Todo fue tan rápido que salí desafinado evadiendo escalones y rumores que alargan sus rasposas redes a mi cuello. Todo fue tan rápido que arrastro ciento treinta cuatro lunas que invariablemente pretenden cambiar de forma y matiz. Sigo sentado, aún espero entender cómo fue que todo fue tan rápido, abrazado de aquella tarde en espuma virtual.

2 comentarios:

Paloma Zubieta López dijo...

Me encantó... andas con unos influjos sospechosamente lunares pero el vértigo tendrá que encontrar otro ritmo, acabé agotada... *carcajada* Un beso grande.

José Hamra Sassón dijo...

No me había percatado que desdentonces la luna lunera se asomaba. Gracias por hacerlo notar. El dios Marte no se rindió a ella, pero parece que juntos están logrando encontrar un punto de equilibrio para orbitar haciendo Tierra.

Feliz Invierno. Las chelas se mantienen en espera, enfriándose listas para cuando sean requeridas para saltar al terreno de juego.